15/1/15

Si tan sólo.

No son sólo tonterías...es una corriente de sentimientos mezclados.

Es sólo que a veces, me da miedo pensar en el futuro. En que pasará, si por fin el mundo podrá mejorar, si la gente se volverá un poco más humana...si por fin se podrá vivir realmente en paz.
No sé si es mi edad, o tal vez que soy una persona muy cambiante e indecisa, pero las circunstancias tampoco ayudan. Aunque lo siga repitiendo sería la gloria poder ver un cambio.
A la gente no le mueve ni un poco el piso matar, violar, secuestrar, separar familias, hacer sufrir. Sólo se importan ellos mismos.

Me gustaría poder ver un mundo mejor, donde realmente se pueda disfrutar la vida. Donde no existan las palabras "envidia, frialdad, juzgar, conveniencia, odio". Poder ver que por ejemplo en todas partes del mundo, sin excepción, los adolescentes seamos libres y capaces de amar sin barreras. De poder estar con quienes queramos, que nuestra religión o país no nos impida poder estar con alguien, me gustaría ver sonrisas perladas y sinceras en sus caras, en vez de ver hambre, sufrimiento, tristeza, incertidumbre. Me gustaría ver gente que no solo ayuda por ayudar, si no que ayudan para sacar sonrisas, y que realmente no buscan nada a cambio.

Que la gente se apiade de los ancianos, que no los lastimen o les roben, o lleguen hasta el punto nefasto de pensar en violarlos. Porque son una de las tantas personas que parecen indefensas pero son las más sinceras, además todos en algún momento de nuestra vida llegaremos a esa etapa donde tal vez nos cueste hasta poder acordarnos de las cosas. 

En que se pueda escuchar la música que a cada uno le hace erizar la piel, sin importa en que idioma sea. que el idioma no se vuelva una barrera si no una meta. Por que la música es un idioma universal y no hace falta entender la letra para sentir la canción. Y que nadie tenga la dicha de creerse mejor que otros por la música que escucha, que nadie critique, o se burle.

Creo que el mundo podría ser mejor si en vez de poner en funcionamiento la boca cuando el cerebro se apaga,  pusiéramos a funcionar el cerebro escuchando música de la que más nos gusta y cerrar la boca por tan sólo unos minutos.

Que no exista la maldita homofobia, porque es increíble que haya gente que todavía siga creyendo que es una enfermedad amar a alguien de tu mismo sexo. Incluso con todo este conjunto de palabras deshilachadas que voy escribiendo, la ÚNICA que aparece para corregir, con esa raya roja abajo, es justamente homofobia. ¿Coincidencia? A mi parecer no. Porque no debería ser una palabra, no debería ser un sentimiento, no debería existir.

Es increíble que todavía haya tanta gente en este mundo con vendas puestas en los ojos... y lo peor de todo es que ellos mismos se pusieron las vendas. Ellos mismos se cegaron por la maldad, no se dejan ver el hermoso planeta que tenemos, la felicidad que podría colmar todo el universo si tan sólo... si tan sólo viviéramos y dejáramos vivir a los demás.

¿Y, de qué va esto?. ¿Todavía existe gente que se cree superior a los demás?. Sinceramente no los entiendo. ¿En qué cabeza cabe que alguien se crea tan superior a otra persona como para manejarle la vida?. O, ¿para tratar de meterle ideas y "lo que está bien" en su cabeza?.
¿TANTO cuesta entender que cada persona es dueña de su vida y puede hacer lo que se le cante la puta gana?. Porque, es verdad que hay "personas" que ni siquiera califican como seres humanos y cada vez se van pareciendo más a una bestia. 

Por que a veces me duele soñar con mi futuro, pasar horas y horas sacando a flote mi a mi nena interior e imaginando que podría ser lo que quiero en la vida. Que voy a cumplir mis sueños de ser bailarina, de poder viajar por todo el mundo, de poder sacar aunque sea una sonrisa a alguien. A veces me veo en tanta desesperanza que llego a pensar "¿Para qué nos hacen soñar con el futuro, si el mismo presente es incierto?".

Si el mundo sigue así, desearía por momentos que la gravedad no existiera para poder arrojarme al cielo. 

Éste pensamiento es uno de los únicos que me vuela la cabeza durante tanto tiempo, que no me puede dejar dormir tranquila... por que a estas alturas ni siquiera sé que será de mi mañana.

Y, ¿qué es para mi un sentimiento? Es lo que nos llena el alma. simple. Así de fácil, así de puro. Lo que nos hace sonreír inconscientemente, lo que nos hace vibrar, que la sangre se nos dispare por todo el cuerpo, que temblemos, que tengamos la sensación de estar llenos en nuestro corazón, que nos hace sentir satisfechos, e incluso es más que nada esa vocecita que nos dice que de vez en cuando debemos desconectar el pensamiento, y concentrarnos en nuestro corazón, para poder ser realmente nosotros mismos. Un sentimiento son esas sonrisas de lado, esos pequeños rubores de nuestras mejillas, las miradas a escondidas, los pensamientos repentinos, ese golpecito de energía que nos hace saltar por todos lados y bailar sin control, sin importarnos quién esté.

Y si en este mundo hubiese más sentimientos que vendas en los ojos, la vida sin duda sería vida.





4/1/15

. A través del tiempo.

Primero que nada... ¡Feliz año nuevo! 



Espero que su año 2015 sea totalmente lleno de felicidad, junto a los que más quieren, que tengan salud y sobre todo que se cumplan sus deseos pendientes de los años anteriores. 


Sinceramente no puedo creer que ya pasaron casi DOS años de la creación de este blog, y a duras penas yo tenga no más de 10 entradas publicadas...¿desastrozo? Mucho.
En fin, durante estos últimos días y gracias a algunos blogs que anduve viendo se me dio por cambiar la apariencia del mío (estaba bastante cansada de la misma plantilla de flores de todos los días) y bueno con un poquito de ayuda de tutoriales y otras cosas estuve cambiándolo varias veces, ¡hasta que me gustó mucho el resultado!. Algunos de los posts están mal alineados o con errores ortográficos pero no pienso cambiar nada de lo anterior de mi blog, porque así empecé y no me avergüenzo de ello.

Estuve releyendo y releyendo mis posts viejos y creo yo que ahora tengo otra...¿esencia? Para escribir lo que pienso.

Acá empieza el post :)

¡Qué empezar diciendo, tengo tantas cosas para opinar en este momento!. Para empezar, la mayoría de entradas que escribo en mi blog suelen surgir de momentos de inspiración en las altas horas de madrugada y ésta no es la excepción. En este caso por ejemplo, ¡son las 06.32 de la mañana y a mi me salen las ganas de escribir!. No sé si realmente será algo que le pasa a todos los bloggers (? o sólo a mí,  que tengo mis ataques raros de descargarme, pero en fin, que durante estos tiempos me di cuenta que es algo que me hace muy bien.

Es decir, al releer los posts viejos todavía puedo revivir los momentos en los que los escribí... mayormente momentos en los que estaba desbordando mis ojos de lágrimas, que sentía repentinos vacíos en mi corazón, ráfagas de un viento inexistente que me congelaban todo el cuerpo, donde me sentía sola, perdida, no sabía lo que quería, tenía miedo hasta de respirar. Me sentía intranquila, cayendo más y más en algo que ni yo misma entendía, y que lo único que me servía para tranquilizarme, a mi pesar, era llorar hasta no poder más.

Y duele bastante ver en lo que estaba, no es que ahora hayan cambiado mucho las cosas, pero de todas formas estoy intentando ver un mejor lado de las cosas. Aunque nunca y repito, NUNCA voy a poder entender a aquellos seres que creen tener el poder sobre otros seres humanos...¡¡¡SOMOS TODOS IGUALES EN ESTE MUNDO, GENTE!!!Pero...¿Saben?, yo era una persona bastante positiva. La vida me cambió, la realidad me golpeó duramente y me dolió mucho ver que a veces los sueños no existen, la crueldad de los humanos, en las noticias sólo se vean casos de asesinatos, robos, catástrofes naturales, enfermedades, suicidios, accidentes, sufrimiento. 

Les voy a contar como fue...

Antes me encantaba que me dijeran que era súper positiva, que le veía el mejor lado posible a todo. Por cada comentario negativo o malo que salía de algún lado, estaba yo para contrarrestarlo y tratar de hacer que todos vean los dos lados de las cosas. Pero antes, también tenía la cabeza inflada de sueños e ilusiones, era YO la que estaba mal al no considerar ambos lados de la situación. Hasta que justamente de a poco, mi ser comenzó a darme señales de alerta, de que estaba volando en las nubes más altas de mis sueños y deseos, que podría quedarme atrapada ahí arriba si no entendía realmente como eran las cosas.

Y no puedo enumerar todo lo que entendí porque no hay un número infinito en el teclado, ¿me entienden?. Caí en la realidad de la forma más cruel que pude.

"Los sueños jamás se cumplen", "las situaciones perfectas de películas no existen", "los seres humanos jamás vamos a cambiar", "te podrías morir en este mismo momento", "no todo es tan perfecto como parece". Y sentí mi corazón romperse en pedazos, porque todo lo que yo había amado y creído durante prácticamente la parte más importante de mi vida, era una venda que yo misma me había puesto en los ojos, NADA era real. Me convertí en un manojo de nervios, un lío de persona, algo que ni yo misma jamás creería.

Me volví fría: Era una persona totalmente diferente...se habían roto mis sueños y con ellos me fui yo. No comía bien (ojo, estaba todo el día malgastando mi energía en pensar cosas malas que se me cerraba el estómago tan solo de probar algo), no dormía nada (y no porque me estuviera divirtiendo con algo, no dormía porque estaba ocupada llorando lo que más podía), contestaba mal a todo lo que se me cruzara, tenía unas ojeras increíbles y mi cara era todo un poema de malos momentos. Hasta me daba miedo decirle a la gente que la quería, compartir mis pensamientos, me daba asco verme en el espejo, porque sabía que además de verme mal físicamente, estaba viendo mi interior. Me sentía agotada de no saber qué pasaba, tenía miedo del paso del tiempo y de que me pudiera pasar la vida sola en la negatividad. Tuve que hacerme varios análisis de sangre (cosa que ODIO por cierto) para ver qué andaba mal conmigo.

Y después de tantos análisis, que no decían mucho, un día que ni me acuerdo decidí hacerme mi propio análisis: ¿Qué había pasado conmigo?, ¿quién era?, ¿dónde estaba escondida la verdadera yo?. Bueno...

La historia por suerte mejoró :)...

"Ahí, en un pequeño rincón de mi interior, se podía ver a una personita sentada, sufriendo, atormentada por todo lo malo de la vida. Llorando, sintiéndose tan débil, que podía desfallecer con un sólo resoplido del viento más suave de todos. Era chiquitita, pero con un aura poderosa, y estaba tratando de encontrar algo...

Y así empezaba la lucha entre los dos extremos: Yo, la persona fría y vacía que era ahora, me sentía intrigada por hablar con esa personita y ayudarla (¿por qué será, no?). Me acerqué. Cuando me miró, me vi inmersa en esos ojos mieles, llenos de tristeza y desesperación, y por fin supe que andaba mal. Le habían roto su corazón, dispersando sus sueños, fantasías, deseos, felicidad, esperanza, esfuerzo y valor por un montón de lugares escondidos a los que ella no se atrevería a ir. Así que, ¿por qué no?. Podía ayudarla y ver si así tal vez logro que deje de llorar, por que a pesar de que yo era fría me preocupaba por ella.

Empecé a pasearme por el lugar, un pasillo gris y oscuro con apenas una pizca de luz, que no me producía nada. Vi exactamente siete puertas, así que entré por la primera, que tenía las paredes de un color celeste bebé y habían pequeñas mariposas de ese color volando por ahí. En el fondo había un pedacito de un cristal celeste que brillaba esplendorosamente, cerca de un montón de brillos pequeños del mismo color: Eran sus sueños: tan brillosos y llenos de luz, los que la hacían más fuerte y con la posibilidad de sentirse realmente viva. Entonces tomé el cristal y comencé a esparcir los brillos encima de éste, para que quedasen así unidos y me lo llevé.

Por la segunda puerta al entrar, se podía escuchar un sonido totalmente anestésico y pacífico: la melodía más tranquila. Además, era una habitación de tonalidades cálidas y parecía muy cómoda. Seguí caminando y en el centro de ésta me encontré un frasco muy bien cerrado que parecía que iba a explotar... así que sin ninguna preocupación lo agarré y lo tiré lo más fuerte que pude contra el suelo para que se rompiera. Cuando lo hizo, salieron disparados un montón de destellos de colores rojos, anaranjados y rosados, sin sentido ni dirección.

Y por alguna parte también había caído una cajita pequeña, que tenía otro trozo de cristal, ésta vez de color carmín, estas eran sus fantasías: Lo que ella realmente imaginaba y sentía crecer en su pecho, que era poder disfrutar de sus días perfectamente imperfectos en paz. Poder ir al sol, pasearse por la galaxia y terminar durmiendo desfallecida en la luna. Nuevamente, tomé el cristal y le esparcí ahora los destellos que pude agarrar, llevándolo conmigo.

Llegué a la tercera puerta, y cuando entré, pisé algo que pareció ser una pequeña llave. La habitación era de un tono azul zafiro perlado, con destellos pequeñitos en sus paredes. Me hizo sentir deslumbrada, pero...de pronto divisé una escalerita que estaba justo debajo de una puerta en el techo. Me subí a la escalerita, y con la llave saqué el candado para poder abrir la puerta: Inmediatamente empezaron a caer lentamente lo que parecían pequeños copos de colores azules, plateados y dorados, adornando aún más hermosamente la habitación. Y en la parte de adentro de esta puerta había un cristal del mismo color, azul zafiro perlado, que tenía una luz que lo hacía brillar. Entendí, que estos eran sus deseos: Con lo que soñaba día y noche mientras se la pasaba cantando y bailando en su habitación, en lo que quería convertirse, a las personas que quería conocer, lo que quería lograr para sentirse en armonía con su ser. Lo que la hacía sonreír inconscientemente y llenar su corazón de necesidad por cumplirlos algún día. Era totalmente hermoso. Así que agarré el cristal, me bajé de las escaleras para agarra algunos copos de los que caían, y así unir ambos, llevándomelo junto con los dos anteriores.

Seguí caminando por el pasillo, y sentía que había demasiadas presencias de energía negativa que seguramente querrían sacarme los cristales; sin embargo yo jamás iba a dejar que pasara algo así, no iba a haber alguien con un corazón tan roto y destruido sin que yo hiciera nada para impedirlo. Al principio pensé en cerrar mis ojos y sólo desear que se fueran...¿pero qué me pasa?. Si yo sé que las cosas así jamás se cumplen.
Así que, me di vuelta y vi una forma rara de cosas totalmente oscuras, aterradoras, pero que a  en este momento no me producían nada... y tal como el duro golpe que yo me di contra la realidad, tiré mi puño en el centro de este ser con toda la fuerza que mi cuerpo me permitió. "Que ni se te ocurra tratar de acercarte a mi de nuevo", pensé. Con la aparente furia creciendo en mi interior, cerré mis ojos para respirar profundo y seguir mi camino.

Cuarta puerta. Al entrar, era totalmente blanca. El piso estaba lleno de brillos blancos y pasteles, y además tenía una textura con peculiar suavidad que me acariciaba. Paredes de un blanco perlado, y un pilar absolutamente negro al fondo de la habitación. Encadenado a este, había algo pequeño que parecía querer brillar pero algo se lo impedía. Caminé un poco más cerca y al lado del poste había un martillo, así que entendiendo lo que debía hacer, agarré el martillo y con toda mi furia descargándose, lo impacté contra las cadenas que parecían infinitas. Al instante se rompieron, y como si fuera por un mili-segundo, una pieza de un tono blanco marfil cayó. Si no fuera por mis reflejos, ésta se hubiera caído y aún peor, roto, pero suerte que la tomé. Parecía opaca pero aún así note que era su felicidad: Lo que la motivaba todos los días a levantarse de la cama con emoción, lo que le producía al ver a sus seres queridos sonreír, pasar tiempo con su mascota, poder lograr aunque sea algo pequeño pero importante para ella. La esencia de lo hermoso de la vida, sus sonrisas y sus suspiros, eso era.
Sin perder más tiempo, agarré algunos brillos del suelo para unirlos al cristal y la tomé conmigo.

Seguí caminando hasta llegar a la quinta puerta, de la cual salía un aroma floral espectacular, y la habitación era de color verde medio oscuro, con muchas enredaderas en ellas. Las enredaderas tenían a su vez una gran cantidad de espinas de todos los tamaños, y todas se unían en el fondo de la habitación, aprisionando en ellas al otro cristal, de un color verde manzana. Con un poco de nervios, caminé hacia el final de la habitación y con cuidado empecé a quitar algunas espinas que impedían al cristal brillar, y proseguí a romper las enredaderas como pude. Agarré el cristal, con la sorpresa de que éste ya tenía los brillos en él, por eso no los había encontrado yo. Eran sus esperanzas: las que le daban un brillo propio a su ser, las que la hacían creer en los finales felices y mirar al cielo esperando a que cosas mágicas pasen en su vida...eran las esperanzas que ella tenía de que el mundo cambie, la gente sea más buena y unida, que no hayan guerras ni enfermedades, y que todos podamos vivir en paz. La llevé conmigo y seguí mi camino.

Estaba un poco emocionada, porque si entendí bien, me faltaban tan sólo dos puertas... así que apresuré mi paso y me dirigí a la sexta. Era de un color morado eléctrico, y tenía en sus paredes unos cuantos marcos de color blanco, que a su vez tenían dentro un montón de retratos de esta personita. Y había otra escalera pequeña que apuntaba al techo donde había muchos brillos de colores lila clarito, ordenados como si parecieran estrellas. En el costado de uno de los retratos (el más grande) estaba puesto el cristal, de color morado un poco más suave, y este se trataba de su esfuerzo: cuando ella estaba triste y desfallecía en el suelo con desesperanza, pensando que todo lo que hacía jamás iba a servir para nada, su esfuerzo la llenaba por dentro y le hacía recorrer una energía vital impresionante desde los pies hasta la cabeza para que pudiera sentir nuevamente la confianza y seguridad en si misma, que creía que había perdido. Eran el sudor, las lágrimas y las emociones que tuvo que pasar y sigue pasando para poder llegar a ser lo que su corazón le dicta que sea en esta vida. De nuevo, agarré con cuidado la pieza de cristal, para poder subirme a la escalera y frotarla contra algunos brillos del techo. Cuando se quedaron en ella, baje y salí de la habitación, no sin antes admirar los cuadros y sonreír, eran deslumbrantes.

Me recorría una emoción imparable, necesitaba sólo un cristal más y terminaría mi misión. Ésta séptima y última puerta era un poco más grande y cuando entré, vi lo que menos esperaba: Una habitación de techo y paredes totalmente negros, como la noche. El piso era de un color gris muy oscuro y estaba repleto de piezas de cristales de todos los tamaños, que parecían literalmente muertas. Todas de colores oscuros, sin brillos, y totalmente quebradas. En el fondo de la habitación había un pequeño espacio vacío en el suelo con una forma de corazón pero no había rastros del último cristal que me faltaba. Entendí entonces que ésta habitación era más grande porque allí se unían todas las piezas de su corazón, pero que en este momento estaba lleno de frialdad, oscuridad, miedo, desconfianza y dolor. Y se me ocurrió algo: ¿qué perdía con intentarlo?. 

Dicho y hecho, me dirigí al interruptor de luz con mucho cuidado de no pisar las otras piezas rotas, y lo apagué. Con miedo, me di la vuelta y pude ver a unos pocos pasos míos a una pieza que trataba de brillar apenas un poquito. Pero era diferente a las demás, porque ésta tenía una forma perfecta. Estaba segura de que la última pieza era su valor: que brillaba en ella hasta en los peores momentos de oscuridad, que le hacía recordar cuánto valía como persona, cuánto significaban sus sonrisas y su felicidad, cuánto le llenaban el corazón los detalles más simples... que completaba el significado de las seis piezas restantes, y que era lo que le daba la identidad como persona, para que ella entendiera que estaba bien ser como era, y que aunque el mundo fuera o no a cambiar ella debía seguir luchando por demostrar su valor y dejarse brillar en medio de tanta maldad.  

Sin necesidad de prender la luz, fui hacia esa pequeña pieza que parecía debilitarse más y más al paso del tiempo, así que rápidamente la tome y fui hasta ese pequeño rincón de la habitación, donde el contorno de esa forma de corazón brillaba de igual manera...¿Qué loco no?. Ni hasta la más profunda oscuridad parece poder contra el corazón de una persona soñadora y valiosa. Dejé las siete piezas a un costado, y empecé a poner una por una dentro del contorno, donde parecían encajar perfectamente. Luego de unos segundos, un brillo cegador iluminó toda la habitación, y ahora era todo diferente.

La habitación se puso de colores blancos y plateados, con todos los brillos y destellos de colores cayendo por ahí. Se escuchó el mismo sonido pacífico y anestésico de la segunda habitación, y se podía percibir también el exquisito aroma de la quinta habitación. También estaban allí las mariposas de la primera habitación, los copos metalizados de la tercera, el piso de textura suave de la cuarta, y los retratos de la sexta. Era como si todo mágicamente se hubiera unido en una sola habitación, que ahora no era más que calma y tranquila.

Miré hacia abajo mío, donde las piezas ya no estaban, si no que se habían unido todas en un sólo corazón de un tono perlado, con los brillos de todos los colores de las piezas que lo conformaban. Era tan puro, tan lleno de buenas intenciones, sin maldad, era el corazón que la pequeña persona poseía antes de que la realidad la golpeara y quebrara todo su ser. 
Salí con un paso mucho más lento y calmo, para quedarme por unos segundos mirando desde el marco de la puerta la hermosa habitación, que parecía un sueño, y así guardarme la imagen en lo más profundo de mi ser.

Al salir, el pasillo tampoco era negro como antes, ahora tenía un color turquesa claro y un montón de pequeñas flores azules cayendo por él. Realmente parecía todo un cuadro de los más hermosos que se guardan en los museos...pero caminé, a paso lento en el pasillo que ya no era infinito si no que era normal y llegué a la puerta donde se encontraba la personita.

Entré sintiendo un poco de miedo, pero la habitación era de un tono verde manzana, y la personita yacía dormida, y respirando acompasadamente en la misma esquina. Su aura se mostraba más fuerte y poderosa que nunca, entonces me acerqué, me puse a su altura y la moví un poco para que se despertara. Cuando lo hizo, abrió lentamente sus ojos, que ahora sólo tenían lugar para pequeños y hermosos destellos que iluminaban su cara. Se sentó, miró mis manos y me sonrió...hice lo mismo que ella y le estiré el pequeño corazón de cristal para que lo agarrara. 

Así lo hizo... pero para mi sorpresa, no se lo puso ella, si no que lentamente acercó sus manos a mi pecho, donde se suponía estaba el espacio vacío de mi corazón y lo puso allí con la mayor delicadeza del mundo como si se pudiera romper. La miré sorprendida, y sólo atinó a abrazarme rápidamente mientras se esfumaba.
Todavía sorprendida por lo que pasaba, suspiré un poco y me paré para pensar en que hacer ahora... ¿qué acaba de pasar?

Decidí salir por la puerta para dirigirme al pasillo, pero cuando la abrí solo me encontré en un lugar maravilloso: Era como una pradera, de los colores más bellos del universo, con un viento suave pasando por allí, y un aroma cítrico invadió mi nariz, haciéndome sentir en uno de los momentos más preciados de toda mi vida. Por fin logré entender, que esa pequeña personita no era nadie más que yo, que mis sueños realmente nunca se habían roto si no que estaban escondidos ahí en una esquina, tratando de recobrar sus fuerzas y de ver el mundo con otros ojos...que solo hacía falta que yo misma me buscara y me ayudara a reconstruir mi corazón, porque ni la mayor oscuridad ni el peor terror del mundo iban a poder destruir totalmente una criatura que aunque parecía frágil y débil en ese momento, se encontró así misma y pudo prometerse de una vez por todas no rendirse nunca más. Así que sentí mi corazón lleno de todas esas emociones que yo misma me encargué de buscar durante todo el día, dándome cuenta que todos los obstáculos que me impedían llegar a los cristales eran en realidad mis miedos, temores, desconfianza, inseguridad, dolor, frialdad y debilidad. Pero que gracias a haber luchado incansablemente contra ellos, los pude romper y deshacerme por fin de todo lo que hacía sentir muerto a mi corazón...y caminé tranquila por la pradera, viendo que había tanto presencias buenas como malas, pero que ahora como yo, se habían unido unas con la otra para formar el equilibrio perfecto y que una era tan necesaria para la otra como yo y aquella personita.

Era una persona nueva: Ya no era fría, y ya no me daba temor decirle a aquellas personas que las quería, hacía todo por ayudar a los seres que más quería, por ayudarme a mi misma. Dejé de preocuparme por tantas cosas malas y comencé a comer mejor, y si ahora me dormía tarde era por estar disfrutando de la música y del baile, no por estar sufriendo. Me veía en el espejo y veía a una persona curada, con una vitalidad muy fuerte y un corazón rodeado de vida. No fueron necesarios casi los análisis de sangre de antes, y ahora notaba que aunque a veces le podía temer al mundo o a lo que nos deparará el futuro, todas las emociones de mi corazón estarían unidas para hacerme luchar hasta el último momento, para ayudar a los demás sin importar lo que pase, para no rendirme en mi propia batalla, para sentirme fuerte, para saber que podía contra todo el mal que estuviera en mi contra, y que aquella personita estaría para siempre en mi ser, que jamás me abandonaría de nuevo a pesar de que la realidad me golpeara cien veces más fuertes que la primera vez, porque ahora volvíamos a ser una sola y estaríamos juntas toda la eternidad."

Espero que les haya gustado, así fue más o menos la historia hace unos años atrás, por suerte ahora entendí que siempre hay cosas peores, que hay que agradecer por un día más de vida, por las sonrisas, por la familia y los amigos, hay que esforzarse al límite para conseguir nuestros sueños, que somos afortunados por estar donde estamos y que a pesar de que hayan muchas cosas malas, si enfocamos nuestro espíritu y energía en las cosas buenas y que nos hacen bien, podremos salir hasta de la más profunda oscuridad :).

"La vida se hizo para disfrutarla, no importa lo que pase".